El precio de las placas solares fotovoltaicas ha caído de golpe en la última década. Cuando llegaron al mercado, las placas solares fotovoltaicas tenían un elevado coste tanto de producción como de instalación. Sin embargo, con el tiempo, el precio de las placas solares ha descendido hasta colocarse en un nivel tan bajo que en tan sólo 5 años las instalaciones fotovoltaicas ya pueden rentabilizarse. España, que tiene un alto índice de irradiación solar, podría ser una de las mayores potencias mundiales en cuanto a fotovoltaica instalada y, sin embargo, está a la cola de inversión y de potencia generada.
Nuestro país tiene un gran potencial en el campo de la energía solar gracias a su situación geográfica y sus niveles de irradiación solar. El Sol, que genera al año 4.000 veces más energía de la que necesita todo el Planeta para funcionar, es una fuente de energía limpia y renovable. Gracias a ella, podemos nutrir de electricidad todos los aparatos eléctricos que necesitemos y de una forma limpia y que no genera residuos como el gas, el petróleo o el carbón.
La consultora internacional Bloomberg New Energy Finance asegura que el precio de los paneles solares ha descendido este año un 35% en China y que esta tendencia continuará en 2019. China, que es uno de los países con mayor crecimiento de la fotovoltaica, sigue bajando el precio de los procesos de fabricación y de distribución de los paneles solares como ayuda a que este sector siga creciendo. Entre los años 2010 y 2017 el precio de los paneles solares cayó alrededor de un 80% en parte gracias a una mayor inversión de países como China, EEUU o Canadá en I+D. En la última década, además de bajar el precio de las placas solares, se ha aumentado la calidad de éstas y su durabilidad.
En la actualidad, las placas solares tienen una garantía de 25 años y una vida útil de 30 años y, desde Solats, aseguramos un plan de rentabilidad de la instalación de incluso 5 años. Los tres mayores fabricantes de placas solares del mundo han abaratado sus precios hasta un 43% por lo que las instalaciones fotovoltaicas son cada vez más rentables mientras que el petróleo sigue alcanzando precios máximos históricos. De este modo, la transición energética hacia energías más limpias es cada vez más accesible para todo el mundo.